“De ahí, de ese espacio de intercambio, de enriquecimiento
y también de conflicto y sufrimiento, es de donde procedemos en gran medida los
europeos, lo que significa que no podemos entendernos sin todos los otros
vecinos”. Javier de Lucas, Mediterráneo, el naufragio de Europa
ESCENA.
1
EXT.
FRONTERA DE SERBIA CON HUNGRIA. DÍA.
TU sentado en el suelo. Estás
recostado sobre dos bolsas voluminosas que contienen tus enseres. Respiras con
dificultad. Miras la valla de alambre. Te sangra el antebrazo derecho. Te has
cortado al pasar por debajo del alambre de púas de la valla. Te taponas el
sangrado con la mano izquierda. Vuelves a mirar hacia la valla. Intentas
levantarte y no puedes. Vuelves a caer recostado sobre las bolsas. Levantas el
brazo y lo agitas. Te cae sangre en la cara. Te la limpias de un manotazo. Vuelves
a taponar la herida. Sigues mirando la valla. Sale una mujer corriendo. Tras ella un anciano se ha quedado enganchado en las púas. La mujer vuelve y estira del anciano con fuerza. Lo saca. El anciano se levanta tambaleando. La mujer lo coge de la mano y pasan por tu lado. Miras la valla. Gritas el nombre de tu hermano.
TU
¡¡¡Migueeeeeeel!!!
Nadie te contesta. Otra mujer
pasa a tu lado. Es más joven que la anterior. La mujer va llorando. Tropieza con tus piernas y casi pierde el equilibrio. Se aleja de ti cojeando. TU sigues mirando la valla. Tu
respiración es cada vez más agitada. Vuelves a gritar el nombre de tu hermano.
TU
¡¡¡Migueeeeeeel!!!
Nadie te contesta.
ESCENA.
2
EXT.
ESTACIÓN DE KELETI EN BUDAPEST. DIA.
TU mirando por la ventana del
tren. El tren está lleno. Hay personas amontonadas en las puertas de acceso,
intentan entrar a los vagones. Hay gente que se sujetan a las escalerillas y a
los salientes de los vagones. El cristal de la ventana donde estás sentado cede
hacia abajo. Te levantas y sacas la cabeza. Sacas también un brazo y lo agitas.
Una señora mayor tira de ti hacia dentro, con fuerza. Te sientas. Dentro del
vagón todo el mundo grita y habla en voz alta. Algunos se abrazan. Otros
lloran. Otros se hacen una foto con el móvil. Vuelves a sacar la cabeza por la
ventana. Agitas el brazo en el aire. Empiezas a llorar. La misma señora te
vuelve a tirar del brazo que te queda dentro del vagón. Se escucha el silbido
del tren. Sacas el otro brazo y lo agitas también. Lloras con más fuerza.
Agitas más los brazos. Lloras. Agitas los brazos. Lloras. Gritas.
TU
¡¡¡¡¡Papáaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
SEÑORA
MAYOR
Ven, hijo, ven, siéntate,
hijo... Siéntate, que seguro que tu padre viene en el otro tren. Ven, hijo,
ven...
TU mirando por la ventana del
tren. El tren empieza a moverse. Apoyas la cabeza contra la ventana. Se ven las
yemas de tus dedos blancas contra el cristal. Poco a poco, la gente se hacina de nuevo en las vías.
ESCENA. 3
EXT. ISLA
DE LAMPEDUSA. NOCHE.
TU en la orilla de la playa.
Estás embarazada de seis meses. Tu ropa está mojada. El pelo se te ha quedado
pegado en la cara. Una persona de la Cruz Roja te dan una prenda de abrigo, la rechazas. Estás de pie.
Miras la orilla. Una lancha está llegando a la orilla. La persona de la Cruz
Roja te vuelve a dar la prenda de abrigo. Te la pone sobre los hombros y se te
cae. Miras la lancha acercarse. Te vuelves a meter en el mar para llegar hasta la lancha. La persona de la Cruz Roja corre tras de ti y te intenta sujetar. Te
sueltas y vas hacia la lancha. Dentro de la lancha hay cuerpos amontonados. La
persona de la Cruz Roja te grita que vuelvas. No entiendes su idioma. La lancha
pasa por tu lado. Vuelves a la orilla jadeando. Te sujetas la barriga. Ves cómo
sacan los cuerpos. No hay ningún cuerpo de niño. Todos los cadáveres son de
adultos. Te caes doblada sobre la arena. Lloras.
TU
Si mis hijos mueren, Dios me
perdone, morirán en mis brazos mientras intento salvarles.
Te limpias las lágrimas y te
levantas. Otra lancha está llegando a la orilla.
CONTINUARA...
.... Continuará mientras en la UE sigan actuando como espectadores
todos aquellos que tienen en sus manos cambiar el final de las dramáticas
escenas que están viviendo miles de seres humanos como TU.
"To Europe", de Ajim Sulaj (Cartoon Movement) |
Ni se porque te he leído sabiendo lo que me iba a pasar. No son buenos días, Fani.
ResponderEliminarEfectivamente, no lo son.
ResponderEliminarSomos lo peor de la creación, de la evolución y del cosmos. Y tú, de lo mejor. Un beso.
ResponderEliminarMagnífico artículo. En estos últimos tiempos que estamos viviendo se ve clarísimamente la degradación del ser humano, especialmente de los que con sus políticas tienen en sus manos el poder de dar solución a tanta desgracia. Y es tal su degradación que hacen justo lo contrario.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
@olierua
Europa, y aquellos a quienes nosotros hemos elegido para tomar las decisiones y en ocasiones (des)gobernar, no han estado, no están y probablemente no estarán a la altura de las circunstancias. Esta guerra se hubiese podido detener hace mucho tiempo, todo hubiera sido ponerle voluntad y ejercer la adecuada presión, como se sí se ha hecho en otros países donde sí se tienen intereses económicos. Sin guerra, todos estos hermanos, hijos, madres, etc no hubiesen tenido que rebajar su condición de seres humanos a la de "refugiados". Sólo ellos saben lo que están sufriendo, y por desgracia, los que tienen en su mano conseguir que dejen de hacerlo no parecen tener la intención de mover siquiera un dedo.
ResponderEliminarTal vez haya llegado el momento de pedir que pare el mundo, y comenzar a bajarnos.