Hoy, de acuerdo con la tectónica de placas, la deriva
continental producirá un movimiento de 0’684931506 milímetros de las placas
continentales. No sabría decirte si de separación o de aproximación, sólo sé
que habrá cero coma seiscientos-no-sé-cuántos milímetros de movimiento de
placas. Que dices, vale, entonces aún queda mucho para que Marinador
sea engullida hacia el manto terrestre por la Zona de Benioff, pero la ilusión ya no hay quien te la quite. Pareja a la
ilusión, conectas con la magnitud de la línea argumental que te acaba de abrir
la tectónica de placas y, a renglón seguido, dos inputs intensos te formatean el córtex: la relajante certeza de ser
la última miajita del Universo y la inmensa
fortuna de haber albergado una certeza antes del #26J... Ei, poca
broma con los dos coma cinco centímetros anuales de media de movimiento de las
placas tectónicas, que ese inexorable avance es el que facilitó durante miles de años que el súpercontinente Pangea, anteriormente Pannotia, y anteriormente Rodinia, se
desplazase por el Océano Pantalassa y fragmentase poquito a poco en los seis
continentes que conocemos y habitamos creyéndonos que el mundo es nuestro.
La subducción
es algo alucinante, consiste en “el proceso de hundimiento de una placa
litosférica bajo otra en un límite convergente causada por dos fuerzas
tectónicas, una que proviene del empuje de la corteza oceánica y otra de la
corteza continental”. En general la corteza oceánica es más densa que la
corteza continental debido a su composición química y mucho menos pesada
comparada con la corteza continental, y por eso subducciona por debajo, pero también existe subducción entre dos
placas continentales al colisionar o entre dos oceánicas, y siempre con el
mismo resultado: terremotos, volcanes, simas oceánicas, cordilleras... (clic a la simulación). Y
todo esto que pasa a la corteza de la Tierra es fruto de la continua convección
de los movimientos magmáticos del manto terrestre... El manto terrestre se lo
merece todo pero hoy me va a dar tiempo aquí, mejor miras este video sobre el
fenómeno y te haces una idea. (Nota mental: hacer un Fémur sobre el manto
terrestre).
La destrucción de lo viejo y la creación de lo nuevo es la
base de la tectónica de placas, un fenómeno por el cual, la corteza terrestre, está en continuo movimiento Destrucción y creación. Lo viejo, lo nuevo... ¿A
qué me suena eso?... Dicen que las estructuras de la naturaleza se reproducen
en nuestros cuerpos, o quizás me lo he inventado... Lo importante es que,
después de visionar veintipico videos
sobre la tectónica de placas, que tras horas webeando por el fondo de la Tierra, que viendo simulaciones de la
deriva continental, y siguiendo la fragmentación de Pangea con el dedo como
cuando buscaba en el mapamundi la
Isla de Pascua, hasta el punto de acabar este post en un lugar distinto al que
lo empecé escribiendo. Por cierto, qué emocionante ver cómo India choca con Asia y se forma el Everest... Me centro. Después de
todas esas horas de especulación en soledad, puedo afirmar científicamente que Los
Españoles y Mucho Españoles tenemos mucho que aprender de la deriva continental
que formuló el meteorólogo Alfred Wegener en 1915.
Hay estructuras de la naturaleza que se reproducen en la
sociedad. Al igual que existen paralelismos entre la deriva continental y la
formación craneal: esas placas óseas separados por tiernas fontanelas como
lenguas de mar al nacer, que se acoplan poco a poco hasta convertirse en contendor
de esa maravilla llamada encéfalo, siempre en ebullición como el núcleo
terrestre y que nos lleva de un sitio a otro, de un partido a otro... ¿Qué es
el bipartidismo sino una superestructura que se ha estado desplazado por la
política española durante muchos años?... ¿Y acaso no hemos asistido con
nuestros ojos a la paulatina fragmentación del bipartidismo con la ‘erupción’ de nuevos
partidos en los últimos años?... A lo mejor te parece que un voto no es mucho,
como quizás hayas pensado que 0’684931506 milímetros es una cantidad mínima de
movimiento; sin embargo, vives dónde vives gracias a esos decisivos milímetros.
Y es que, a veces, lo decisivo es tan sólo un pequeño movimiento.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarXé que bó, m'has toca la fibra tectònica,
ResponderEliminarmai un micròmetre passiu, sempre un micròmetre actiu.
Democratització de la democràcia.